Una peligrosa trampa de la que no vas a poder salir
Nos encanta pasar el tiempo haciendo cosas
Medimos nuestro valor no por los resultados que logramos, sino por cuánto tiempo pasamos haciendo…
Así, llenamos nuestra agenda de actividades, sin valorar demasiado si realmente son importantes, significativas o satisfactorias. Y claro, nos conver-timos en esclavos de nuestros trabajos, y nos olvidamos de otras dimensiones de nuestra vida: descanso, placer, aprendizaje, relaciones…
Esa tendencia a ‘maximizar’ cada día, para aprovechar al máximo nuestra corta existencia, nos sumerge en desilusión e infelicidad. Tal vez deberíamos desacelerar en lugar de acelerar…
¿Cuánto tiempo pasas realmente haciendo?
¿Te sientes abrumado por la cantidad de tareas que tienes que hacer, sin tener tiempo para disfrutar de tu ocio?
A lo mejor, te sientes culpable por no ser lo suficientemente productivo, efi-ciente o exitoso. Y has sacrificado tu salud, tu familia o tu ocio por cumplir con tus obligaciones laborales
Si estás pensando que sí, quizás este cayendo en la trampa de la ocupación.
Cuando caemos ahí, empezamos a medir nuestro valor no por los resultados que logramos, sino por cuánto tiempo pasamos haciendo. Es decir, confundimos la cantidad con la calidad, y nos volvemos locos con llenar nuestra agenda de actividades. Cuando más llenita esté, mejor.
¿Por que nunca estamos satisfechos con nuestras actividades actuales (tanto
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