A Bruce Lee, aparte de por repartir mandobles a diestro y siniestro, se le recuerda por esta famosa frase: ·Be water, my friend’.
Y la verdad que esta sencilla frase la podemos tomar como uno de los mejores consejos que nos pueden dar. En todo momento, y sobre todo, en épocas de confusión y de incertidumbre, este mensaje adquiere una enorme utilidad y relevancia.
Este breve mensaje hace referencia al principio taoísta del Wu Wei. Principio que se traduce en 'no acción', es decir, que la mejor manera de enfrentar una situación, especialmente si es conflictiva, es no actuar. A ver, más que no actuar, se trata de no forzar ninguna solución, sino dejar que las cosas fluyan.
Y eso es lo que sencillamente quería decir nuestro buen amigo Bruce:
"Si dejamos de ofrecer resistencia, aprenderemos a fluir y disfrutar de cada momento."
Nuestro continuo estrés, nuestro miedo y la angustia que solemos experimentar en nuestra vida, es debido, sobre todo por el miedo al cambio.
Y ese miedo a perder nuestra identidad y nuestros hábitos por el paso del tiempo, así como la incertidumbre que produce no tener la certeza de qué pasará en el futuro, nos pueden amargar la existencia.
El lema de Bruce lleva implícita la idea de que en la vida, todo cambia, constantemente, y que ese cambio, es bueno y sobre todo, natural.
Vale,, eso está estupendo. ¿Pero cómo hago para adaptarme lo mejor posible al cambio? Pues aquí van 7 consejos impagables:
1. Asume que el cambio es algo natural. Aquello que siempre permanece igual solo existe en nuestra imaginación, no es algo real que defina el mundo en el que vivimos.
2. La realidad siempre va por delante de nuestra creencias. No hay una manera objetiva de interpretar lo que nos rodea, ya que el cambio siempre va por delante de nuestras ideas y conclusiones. Las cosas siempre están cambiando más rápido de lo que podemos pensar
3. La destrucción es también creación Todo fluye, y eso significa que incluso en los hechos más desastrosos hay semillas de oportunidad.
4. Nuestro cambio es el cambio del mundo. No somos seres separados del resto del mundo; y todos los procesos que tienen lugar a nuestro alrededor hacen que evolucionemos en uno u otro sentido.
5. No pienses en esencias La idea de que todo y todos tienen una esencia no es muy útil, ya que simplemente nos hace poner etiquetas y conceptos rígidos. Estos conceptos no explican la realidad que siempre está cambiando y no se deja atrapar por las limitaciones de esas categorías estrictas.
En la actualidad, resulta absurdo pretender que todo siga igual, como si eso fuese lo esperable.
6. Vive en el presente. Eterno lema… Querer construir la propia vida a partir de los recuerdos y las ideas fijas sobre la identidad solo genera frustración, porque, como hemos visto, lo natural es la fluidez, el cambio.
7. No te preocupes por las formas de quien eres, ya las modela la naturaleza Actúa de forma espontánea y sencilla. Las cosas funcionan mejor cuanto intentamos controlar menos nuestro entorno y el modo en el que nos proyectamos en él.
Y recuerda, el agua no tiene forma. Se adapta a la de su recipiente.
Lo dicho, "be water, amigo mío".