Un porcentaje muy grande de la gente hace lo que se le dice que tiene que hacer, sin tener en cuenta el contenido de su acción, y sin trabas impuestas por su conciencia, siempre que perciba que la orden tiene su origen en una autoridad legítima”. Glub, glub…
En 1974, un psicólogo,, Stanley Milgram realizó un experimento para medir la disposición de las personas a obedecer órdenes que implicaban infligir dolor a otra persona. Eligió a varias personas (los maestros) que estaban encargadas de aplicar descargas eléctricas a otras personas (los alumnos). Los ‘alumnos’ en realidad eran actores que fingían sufrir con esas descargas.
El investigador (la autoridad) les ordenaba que aumentaran el voltaje, aunque los alumnos se quejaran o pidieran parar (fingiendo, claro está). La mayoría de los maestros obedecieron a la autoridad, incluso cuando esto implicaba causar un gran dolor a los alumnos.
Estos experimentos mostraron cómo las personas actúan en contra de sus principios o valores morales, cuando se lo pide una autoridad…
Que sí, que seguro que has respondido ‘sí’ a una pregunta sin pensar dema-siado. O has asentido con la cabeza cuando alguien te dijo algo que no estabas seguro de entender…Y es que a menudo, tenemos una tendencia a estar de acuerdo con las afirmaciones o las preguntas que nos plantean, independiemte de su veracidad o de nuestra opinión real…Vamos, que respondermos afirmati-vamente a preguntas sin considerarlas demasiado
Tal vez quieras ser cortés, no te interese demasiado…
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Caleidoscopio para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.