¿Salmón de Australia o salmón salvaje de Tasmania?
Estar mucho tiempo sin decidir es peor que escoger la ‘peor’ opción
¿Crees que tendemos a pasar la mayor parte del tiempo reflexionando sobre las decisiones menos importantes? Cuanto más igualmente atractivas parezcan dos alternativas, más difícil será elegir entre ellas, aunque las consecuencias de elegir una u otra sean las mismas.
Que si, que decisiones aparentemente simples y poco importantes nos pue-den dar auténticos dolores de cabeza, y dejarnos paralizados al no saber qué escoger. Al pensar cuál es la mejor opción, estamos perdiendo tiempo, energías y oportunidades.
El filósofo Aristóteles, en su tratado ‘Sobre el cielo’, planteó una hipotética situación: un hombre se encuentra tan sediento como hambriento, situado a la misma distancia de una mesa llena de comida y otra llena de bebidas. ¿Qué hará primero el hombre, beber o comer? Aristóteles concluía diciendo que se quedaría quieto, al no terminar de decidirse entre las dos opciones, y al final acabaría muriéndose tanto de sed como de hambre.
Sí, tal vez este ejemplo anterior es un poco exagerando, pero muy ilustrativo. Aquí va otro. Vamos a un restaurante a comer un menú del día. Tienes para
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