Parchís, chís, chís
La reglas del parchís aplicadas a tu negocio. Saca un 5 para leer...
Tardes interminables de la época.
Tablero de cuatro o de seis colores (versión pro)
Cubiletes y dados a pleno rendimiento.
Una emocionante partida de parchís.
Se para el mundo. El dado mareado, y tú deseando que ese '5' te meta en el juego.
El resto de jugadores ya han sacado fichas, están avanzando.
Y tú, en el limbo, atrapado en tu casa, tirando el maldito dado una y otra vez, pero nada...
Llegas a pensar que ese dado que te han dado está trucado.
La partida sigue...
...en tu empresa.
Crees que en los negocios se juega con otras reglas, que tus rivales avanzan con dados especiales, mientras tú sigues sin salir.
Pero no. El dado no tiene ningún problema.
Y de repente, clac, Un '5' después de que el dado diera mil vueltas. Y encima, cayó fuera del tablero.
Pero bueno, te lo admiten y te dejan que por fin, saques ficha.
Subidón.
Avanzas 4 casillas, luego 6.
Y sin que te des cuenta, la ficha asesina de otro color cae sobre ti. Te han comido
Con lo que te había costado salir. Un fastidio, vamos
Lo mismo que cuando lanzas un producto o un servicio y nadie te lo compra.
O cuando un cliente te deja por la competencia...
Vuelta a casa otra vez.
A darle de nuevo al cubilete...y a ese dado 'trucado'.
No tiras la toalla. (Algunos sí)
Y sigues intentando volver al juego.
Un 5. Otro. Ya estás de nuevo en el tablero.
Avanzas y ahora tienes la oportunidad de comer una ficha. Y lo haces.
Vuelas 20 casillas. Parece que la suerte te sonríe.
Como pasa en tu negocio. Identificas una oportunidad para avanzar, y ahí vas.
Lanzado.
Imparable...
...hasta que sacas tres 'seises' seguidos.
Tus fichas iban como un cohete, tu empresa igual...
Y una bofetada de humildad.
La regla más sabia y cruel del parchís: la ficha que más rápido corría, la de tu proyecto estrella, vuelve a casa.
Castigado por exceso de velocidad.
Crecimiento rápido que hace que el propósito inicial de tu negocio, su cultura, tu servicio al cliente se hunde.
El parchís te enseña a desconfiar de ese éxito rápido.
Crecimiento sostenible
Un jugador aventajado nunca avanza con una sola ficha.
Un novato se encela en su ficha líder, la que va primera.
El veterano mueve sus cuatro fichas como una unidad. Se cubren, se apoyan, crean barreras o seguros.
Sabe que la partida la suele ganar el más sólido, no el que va más rápido
Si juegas prestando más atención a esa ficha tuya que se ha alejado de las demás, con un mal movimiento, te barren del tablero.
De nuevo, a casa, a empezar de nuevo.
Las otras fichas las acababas de sacar....
Mejor jugar en formación. Así, cuando te coman una, que lo harán, en el parchís es algo habitual, tu negocio podrá seguirá avanzando.
Ultima tirada
El parchís, como los negocios, no es un juego sobre en el que gana siempre quien tiene más suerte al principio.
Muchos ganan tras aguantar mejor en el tablero y entender la partida.
Si te comen, algo inevitable, vuelve a tirar los dados.
El final del juego real es cuando decides no volver a tirarlos.
Porque piensas que siguen trucados.
Pero la partida sigue. Si tú quieres, claro.
¿En qué casilla te encuentras ahora?