Ositos de peluche embadurnados de margarina 'Tulipán'
La emoción y la percepción de escasez influyen en nuestras decisiones de compra
Allá por el siglo XVII, los Países Bajos se convirtieron en el escenario de un fascinante fenómeno económico que arroja luz sobre cómo moldeamos nuestra selecciones en la vida cotidiana.
Este fenómeno nos sumerge en la profundidad de cómo nuestras decisiones pueden ser moldeadas por la percepción del valor y la información limitada que tenemos en un instante.
Los tulipanes, originarios de las tierras de Turquía y Persia, fueron trasplanta´-dos en el siglo XVI. Sin embargo, sería el XVII el que les daría un protagonismo inusitado: de simples bulbos de flores a íconos de deseo, de estatus y, en última instancia, de un mercado especulativo que desafiaría la lógica económica.
En medio de una fiebre económica, los tulipanes se convirtieron en una inversión extremadamente lucrativa.
La demanda superaba con creces la oferta, inflando los precios de manera desproporcionada. Lo que nació como amor por la jardinería se transformó en una obsesión colectiva por poseer y comerciar tulipanes.
Bulbos de tulipanes, antes meras joyas efímeras, eran ahora codiciados como tesoros. Mercados especializado surgieron, permitiendo a los compradores adquirir futuros bulbos antes de que florecieran, alimentando la esperanza de mayores ganancias.
La especulación se enredó en las mentes, y los precios escalaron aniveles insospechados. Bulbos se vendieron por sumas equivalentes a casas y tierras de entonces.
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