Nada que ver con el simpático y bonachón ogro de Sherk.
Los ogros verdaderos son feos y se alimentan de carne humana.
Por si no lo sabías.
Son grandes y amenazantes también, como las críticas.
Y es normal que, ante ese ‘ogro de la crítica’, ante esos comentarios negativos, nos sintamos pequeños, indefensos…
El ogro, que se alimenta de carnaza, nos va a devorar…
…al igual que nos ‘devora’ la crítica.
Como ésta, que es casi siempre voraz, el ogro, se alimenta de nuestras inseguridades, debilidades, de nuestra autoestima y confianza…
Un ogro tiene una apariencia aterradora, y además, de ser fuerte…
Compáralo con las críticas.
Son feas, desagradables, y por lo general, tienen mucha fuerza.
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