No, no hablaré de Kafka.
Ni de temas tan profundos.
Un estanque tranquilo de un parque cualquiera.
En el agua, muchas veces turbia, hay una pequeña esfera insignificante y gelatinosa flotando.
Ahí adentro, está el comienzo de una rana.
Y de una asombrosa transformación.
Un inicio frágil
Como tu idea de negocio.
Pequeña, vulnerable.
Sí, es probable que tenga mucho potencial en un futuro, pero ahora sólo es una promesa de lo que podría llegar ser.
La diferencia entre esos 'huevos' que eclosionan de forma exitosa de los que no llegan a desarrollarse nunca, es el cuidado en el que son tratados en esta fase.
Protege tus huevos (nunca mejor dicho)
Los huevos de la rana, en ese estanque, están expuestos a muchas amenazas: pequeños depredadores, cambios de temperatura, a que se seque el estanque,...
Como tu idea inicial.
Vulnerable a críticas prematuras. Sí, cuando expones tu idea demasiado pronto a personas negativas. Que matarán tu entusiasmo inicial.
O cuando la compartes con mucha gente. Algún 'listo' te le puede levantar, y tú quedarte con cara de tonto.
Por supuesto que tu idea, sin ninguna investigación, validación o refinamiento, puede estar 'muerta' antes de eclosionar.
En el estanque dorado
Esos aproximadamente 70 huevos que pone una rana, necesitan unas condiciones adecuadas para desarrollarse.
Que el estanque o riachuelo no sean demasiado ácidos, ni muy alcalinos, con una temperatura adecuada y suficientes nutrientes.
Para esa idea de negocio que tienes, esto significa encontrar el mercado inicial adecuado.
Un mercado con un tamaño apropiado, y que además, esa idea satisfaga una necesidad clara, aparte de tener la capacidad para llegar a los clientes con esos recursos limitados que tienes.
Paciencia...
Esos huevecillos de la rana reciben nutrientes de forma constante gracias a esa membrana semipermeable.
Sí, de nuevo como tu idea. Que necesita sus propios nutrientes.
Y sobre todo, paciencia.
La incubación lleva tiempo. Días, semanas, meses...
La presión por ir demasiado rápido y ser rompedor nos tienta a apresurarnos en esta fase vital.
Muchas ideas necesitan tiempo para madurar, para absorber suficientes "nutrientes" antes de estar listas para convertirse en renacuajos.
¿Listo para romper tus huevos?
¿Cuándo sabrás que tu 'idea-huevo' está preparada para pasar al modo renacuajo?
Protege tus huevos.
Para que estén listos para el siguiente paso, la rotura del cascarón.