La armonía entre el valor percibido y el valor esperado
La diferencia entre un cliente satisfecho y uno que se esfuma en el universo
El Valor percibido
Es ese sentimiento que tu cliente experimenta después de zambullirse en tu producto o servicio, una evaluación subjetiva de los beneficios contra los costes.
Aquí no solo hablamos de dinero; hablamos de tiempo, esfuerzo y más.
Imagina a alguien que compra una camisa por 50 €, la encuentra cómoda, duradera y estilísticamente estupenda. Genial, alto valor percibido en relación al precio pagado .
El Valor esperado
Aquí es donde se teje la trama antes de que tu cliente abra la cartera.
Son esas expectativas, basadas en experiencias pasadas, chismes publicitarios o la voz sabia de los gurús del consumo.
Siguiendo con el ejemplo de la camisa, si el cliente espera durabilidad y estilo, pero no se preocupa mucho por la comodidad, ahí está su valor esperado.
La clave para tener clientes satisfechos
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