Elvis Presley y el mayor espectáculo (casi pufo) del mundo
Los peligros de enfocarnos excesivamente en lo negativo
En 1954, un joven llamado Elvis Presley se presentó a una audición para el programa de radio "Louisiana Hayride". La reacción inicial del público fue tibia, y hasta el gerente del programa le aconsejó que volviera a su trabajo como camionero.
Sin embargo, la dueña de una tienda de discos local, una auténtica visionaria, Marion Keiske, vio algo especial en el bueno de Elvis. Aunque la audición no fue un éxito rotundo, ella grabó su actuación y le animó a regresar. Poco después, en el estudio de grabación de Sun Records, Elvis grabó "That's All Right". Esta vez, el dueño, Sam Phillips, intrigado por el estilo único de Elvis, decidió darle una oportunidad. La canción se difundió en la radio local, capturó la atención del público y el resto es historia de la música.
Elvis Presley y el sesgo de negatividad
La historia de Elvis nos revela algo interesante sobre cómo enfrentamos los riesgos y desafíos en los negocios. Tenemos una tendencia natural a dar más peso a la información y experiencias negativas, lo que nos lleva a tomar decisiones conservadoras y a evitar riesgos que podrían ser beneficiosos para nuestro negocio.
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