El 'tocomocho' y el cuerno del diablo
Percibimos a alguien de forma negativa si tiene un rasgo desfavorable.
Madrid. 1959.
Estación de trenes de Atocha.
Un habitual estafador, haciéndose pasar por un discapacitado, aborda a un viajero de provincias.
El estafador lleva un sobre lleno con recortes de papel, simulando que está lleno de billetes de mil pesetas.
Y ofrece al viajero vendérselos, a una peseta el billete.
En ese momento, aparece el cómplice. con apariencia respetable y confiable, que se une a la conversación.
El viajero, confiando en la apariencia de inocente del discapacitado y en la apariencia respetable del cómplice, se deja llevar por su impresión inicial y no sospecha en ningún momento de las verdaderas intenciones de los dos estafadores.
A medida que avanza el timo, la víctima confía ciegamente en el cómplice, creyendo que está ayudando a una persona honesta inocente.
El viajero termina por darle al cómplice tres mil pesetas por el sobre lleno de billetes de mil.
El cómplice se ofrece a acompañar al ‘inocente’, desapareciendo los dos rápidamente del lugar del timo.
El viajero abre el sobre y se encuentra recortes de papel sin ningún valor.
Había subestimado la astucia de los dos timadores, basándose en su apariencia.
(Escena de la película ‘Los Tramposos’, protagonizada por Tony Leblanc y Antonio Ozores, entre otros muchos)
Las apariencias, engañan…Y un cuerno.
Nuestra percepción juega un papel fundamental a la hora de tomar decisiones.
Desde la apariencia personal hasta la reputación profesional, nuestras ideas
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Caleidoscopio para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.