“Bostezo. Hay que decir: Discúlpeme, no es de aburrimiento sino del
estómago.”
Gustave Flaubert. Escritor francés
¡¡¡Buaaa!!!
No.
No hay una onomatopeya universal para el bostezo.
Pero según la RAE, sería algo parecido a eso.
Y aunque lo creas o no, bostezar es una de las claves secretas del liderazgo empresarial.
Así, como lo lees.
Esos bostezos que, a duras penas, intentamos ocultar en esas reuniones importantes después de comer, son el secreto para desbloquear tu potencial.
Que no. Que no son signos de aburrimiento, de falta de interés, o de respeto.
Tus padres seguro que te regañaban cuando lo hacías en público, pero estaban muy equivocados…
Beneficios increíbles…
Según varios estudios de Universidades europeas y americanas, bostezar a menudo es síntoma de un liderazgo indiscutible.
Ahí es nada
¿Que quieres que tus reuniones sean más efectivas? Ya sabes. Comienza esa importante reunión sobre los presupuestos anuales con un enorme bostezo, y verás cómo los demás te siguen.
Sí, como la famosa ‘ola’ de los estadios deportivos, pero más profesional.
Tal vez, como buen líder, quieres mejorar tu comunicación.
Pues es el momento de recurrir otra vez a los bostezos.
Si te están hablando, un bostezo corto significa ‘sigue, sigue, que te escucho con interés’.
Eso sí, ten muy en cuenta que uno largo es ‘me aburres demasiado’; y otro más largo aún, cerrando los ojos, significa ‘por favor, acaba ya, que me quiero ir’.
Aunque lo veas como una descortesía, bostezar mejora la comunicación empresarial en un alto porcentaje.
Y lo mejor.
Un enorme bostezo mejorará tu creatividad y además, te da una imagen de profesionalidad, de que has estado trabajando toda la noche en el proyecto.
Muy importante: Todos estos estudios concluyen que, sorprendentemente, los que más bostezan son los que más promocionan en el trabajo, son los más populares en la empresa y tienen mejor reputación,
Así que recuerda que lo importante no es cuánto trabajas, sino cuánto bostezas de manera estratégica.
La próxima ocasión que tengas ganas de bostezar, no te reprimas.
Abre bien la boca.
Sin miedo.
Si bostezas, llegarás lejos.