El muro de los 100 ladrillos...
¿Eres capaz de hacer un muro resistente en un día con esta cantidad de ladrillos?
1440 minutos.
Los minutos que tiene un día.
Supongamos que en el mejor de los casos duermes entre 7 y 8 horas.
Que ya es decir.
440 minutos sobando.
Te quedan 1000 minutos para todo el día.
E imagina que al despertarte, tienes 100 ladrillos a los pies de tu cama.
Cada ladrillo vale 10 minutos.
Está claro que para construir un pequeño muro con los 100 ladrillos, resistente y que no se caiga a la mínima, tendrás que colocarlos lo mejor posible.
¿Cómo colocarías los 100 ladrillos para construir tu día?
Durante el día, estarás 10 minutos de tu vida en cada ladrillo, hasta que te quedes sin ladrillos y te vayas a dormir.
Sin ningún ladrillo, claro, que dormir con un ladrillo puede ser algo incómodo.
Al tajo…
Tampoco hace falta que te pongas un pañuelo en la cabeza.
Ni que hagas cemento ni uses la paleta.
Comienzas a colocar tus ladrillos.
Te pones a revisar todos los correos y tus redes sociales.
Lo que te supone durante todo el día unos 150 minutos.
O sea, 15 ladrillos.
Vaya, el día está complicado.
Te has pasado casi 180 minutos en varias reuniones interminables, con resultados difusos.
18 ladrillos más
Y uno para el café rápido de la mañana y otro para el cigarrito de media mañana.
20 minutos más. 2 ladrillos más.
Haciendo cuentas, ya llevamos 35 ladrillos
Vaya, que con tanto mogollón, te pones a hacer múltiples tareas a la vez sin foco claro.
Demasiadas tareas a la vez, que te hacen cometer más errores y no terminar bien casi ninguna.
Más tiempo así para corregir y completar.
Lo que te supone 100 minutos. 10 bloques más
45 ladrillos llevas puestos ya en tu muro.
Día complicado.
Sigues posponiendo tareas importantes, y en su lugar, te dedicas a tareas administrativas menores y no demasiado urgentes que perfectamente podrías delegar.
Otros 100 minutos con esto.
10 bloques más. 55 en total, hasta ahora
Se te está haciendo el día bastante largo. Ya llevas demasiado tiempo en tu trabajo.
A lo que hay que sumarle 8 bloques más en desplazamientos. Y 2 bloques más en una comida rápida.
65 bloques…Bueno te quedan 35 aún, que puedes aprovechar…
Pero sales tarde de trabajar.
Y otro día que no te da tiempo a ir al gym.
Y para relajarte, vas a tomarte unas cervezas antes de irte a casa a cenar.
6 bloques más. 60 minutos en el bar de ‘cervecitas’…
Llegas a casa, tu pareja te espera para cenar, pero estás tan cansado que decides relajarte viendo la última temporada de la serie de Netflix.
Que crees que te lo mereces. Que has tenido un día duro.
20 bloques más. Más de 3 horas viendo televisión, entre cabezada y cabezada.
Hasta que te despiertas en el sofá, y decides revisar antes de acostarte las últimas novedades de tus redes sociales, los últimos videos cortos de Youtube,…
Con lo que terminas de colocar tus últimos 9 bloques antes de irte a la cama…
La ‘Filosofía del ladrillo’…
Y es que cada bloque de tiempo, cada ladrillo, cuenta.
Y cada ladrillo es fundamental para construir nuestro día de manera efectiva.
A un albañil experimentado no se le ocurre colocar los ladrillos al azar. Y tú tampoco deberías colocar esos bloques sin un plan.
Una planificación cuidadosa de cada bloque de tiempo, con una visión clara de la estructura general del día, es esencial. Lo que no solo incluye asignar tiempo para tareas específicas sino también asegurar que cada "ladrillo" se coloque de manera que contribuya a tus objetivos más amplios.
Más que construir en contra del reloj, es necesario construir días con propósito, precisión y adaptabilidad.
Y que sobre todo, sean equilibrado y significativos.
Tal vez, tendríamos que reconsiderar cómo vemos y utilizamos nuestro tiempo, y no verlo como algo que se escapa o que tenemos que llenar a toda costa,
Usemos los bloques para construir la vida que deseamos, así que plantéate cómo construirás tu día con los bloques que tienes…