El Golem que no sabía que lo era
Las expectativas positivas o negativas influyen significativamente en nuestro rendimiento y éxito.
Estás machando a uno de tus empleados.
Y a lo mejor no lo haces queriendo, pero algo de mala idea, hay.
Te pasas casi todo el rato subestimando sus habilidades
Lo has conseguido. Ese empleado se sentirá desmotivado y poco valorado.
Además de estancado, en una posición con pocas expectativas de crecimiento.
Y comenzará así a conformarse con un desempeño mediocre, ya que no ve oportunidades para crecer o destacar.
Ese entrenador del momento
Por lo que sea, y aunque no lo haga público, claro, no tiene buenas expectativas sobre el rendimiento de ese jugador.
La autoestima y la confianza del jugador, por los suelos, y su rendimiento en el campo, pésimo.
Ese nuevo fichaje empezará a internalizar esas expectativas negativas de su entorno, y seguro que comenzará a dudar de sus propias habilidades.
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Pues más…
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