BONUS #1 de la Suerte: Polvo de estrellas somos.
No se trata de brillar más fuerte, sino de brillar más tiempo.
“ No es la muerte lo que un hombre debe temer, pero sí debe temer nunca comenzar a vivir”.
Marco Aurelio.
Mira al cielo.
En una noche clara.
A lo mejor, lo puedes ver a simple vista.
Una estrella que aumenta su luminosidad de repente.
La explosión estelar produce un aumento masivo en su brillo.
Pero después de varios días, o tal vez meses, la estrella vuelve de nuevo a su luminosidad normal.
Proceso que puede repetirse varias veces en la vida de una estrella.
Ahora imagina que la estrella eres tú.
Es fácil. Ahora imagina también que te acaba de tocar un pedazo de premio en el Euromillón.
O algo un poco más sencillo.
Tus ingresos se han disparado, tu negocio se ha convertido en un referente en el mercado y todo el mundo no para de alabar tu visión empresarial
Te sientes rebosante de felicidad, de optimismo, en la cima del mundo, vaya.
Como el brillo masivo de la estrella, la euforia inicial acaba por desvanecerse.
Si es que al final, somos parecidos a las estrellas…Polvo de estrellas, después de todo…
Experimentamos un estallido de felicidad y satisfacción después de un golpe de buena suerte…
…para volver de forma gradual a nuestro nivel de felicidad-base, o incluso caer por debajo de él
Pero, ¿qué sucede cuando esta racha de buena suerte o euforia inicial llega a su fin?
Efecto Nova.
Comienza a aumentar tu ansiedad, y disminuye tu felicidad después de ese período de buena suerte o éxito excepcional.
Enseguida nos adaptamos a nuestras nuevas circunstancias positivas.
Lo que hace que elevemos nuestras expectativas y estándares.
Pero cuando la novedad se desvanece, o las cosas vuelven a la normalidad, como el brillo de las estrellas, nos encontramos luchando para ajustarnos a lo que antes considerábamos "normal", experimentando así insatisfacción o ansiedad.
En los negocios, este Efecto Nova es muy pronunciado.
Un éxito inicial te puede llevar a expectativas poco realistas, a ser complaciente o incluso a tomar decisiones imprudentes, poniendo en peligro el éxito a largo plazo de tu empresa, o de tu carrera.
Si comprendemos este efecto, podremos manejarnos mejor en los altibajos emocionales que acompañan al éxito, al tiempo que desarrollaremos estrategias útiles para mantener una perspectiva equilibrada y un crecimiento sostenible en nuestros negocios
Es probable que te suene la empresa WeWork, la famosa empresa del coworking.
Alcanzó una valoración estratosférica en 2019. Su carismático líder Adam Neumann, cegado por el éxito, declaró que su empresa ‘elevaba la conciencia del mundo’ (?).
Salió a bolsa y su valoración se desplomó.
Cayó en bancarrota.
Cuidado con la explosión…
Pues sí, después de un gran éxito, podemos volvemos complacientes con la situación, dejamos de innovar.
Esa euforia inicial hará que tomemos decisiones más apresuradas o arriesgadas.
Y probablemente, que esperemos que todos nuestros futuros proyectos tengan el mismo nivel de éxito que el inicial.
O perder también la motivación, ya que cuando la emoción inicial se desvanece, el impulso para seguir adelante desaparece,,,
Aparte de ansiedad y estrés por mantener el éxito….
Que no te ciegue la explosión…
Sencillo, pero no fácil.
Mantente humilde y con disposición a adaptarte a las circunstancias.
Y con los pies en la tierra. Como el gran inversor Warren Buffett.
Sigue viviendo en la misma que compró en 1958 por sólo 32000 dólares.
¿Claves para evitarlo?
Mantener una mentalidad de crecimiento, estar abierto al cambio y no dar nunca por sentado el éxito.
Así que no te duermas en los laureles, mantén tus ojos bien abiertos, tu ego a raya y tu capacidad de innovación al máximo.
El éxito no está en alcanzar la cima, sino en mantenerse relevante y resiliente en un mundo en constante cambio.
No seas víctimas de su propia buena suerte.
No dejes de brillar.