A muchos no les gusta que te laves las manos

Ni que desafíes las creencias arraigadas y aportes nuevas ideas,

“Toda verdad pasa por tres etapas. Primero, es ridiculizada. Segundo, es violentamente opuesta. Tercero, es aceptada como auto-evidente”

Arthur Schopenhauer. Filósofo alemán

¿Te imaginas una empresa donde las mejores ideas son ignoradas y las malas decisiones se repiten una y otra vez? Esta es la aterradora tendencia que tenemos a rechazar la información que contradice nuestras ideas o nuestras creencias arraigadas…

Hospitales de Viena. Siglo XIX

En 1847, el doctor I. Semmelweis descubrió que la tasa de mortalidad de las pacientes que sufrían infecciones tras un parto, se reducía 10 veces si los doctores se desinfectaban las manos con una solución clórica después de atender a un paciente, y antes de atender a otro — y particularmente después de una autopsia.

La idea propuesta por Semmelweis hizo que se salvarán muchas vidas, al prevenir la contaminación de pacientes, en su mayoría mujeres embarazadas,

A pesar de la evidencia empírica que demostraba la eficacia de su propuesta del lavado de manos, el resto de sus colegas médicos rechazaron