#2.CaleiDOStips: Cuando el mono tenía miedo del monstruo del pánico
Una guerra sin cuartel en nuestro cerebro por la procrastinación
1. Guerra en el cerebro: el timonel y el mono
En la complejidad de nuestra cabecita, dos fuerzas chocan: el timonel, la parte lógica y racional, y el mono hedonista, que busca la gratificación instantánea.
A menudo, nos dejamos seducir por la simplicidad y la diversión del mono: youtube, Netflix, RRSS… en lugar de abordar nuestras responsabilidades gradualmente.
Curiosamente, solo cuando el pánico de una fecha límite se apodera de nosotros, surge el temible "Monstruo del Pánico", motivándonos finalmente a trabajar.
El "Monstruo del Pánico" desempeña un papel esencial al alertarnos y guiarnos hacia la productividad. De hecho, para algunos, la procrastinación efectiva podría ser una estrategia brillante: establecer plazos claros y objetivos para poner al "Monstruo del Pánico" en acción.
2. Del pánico efectivo a la dilación infinita
Cuando tenemos un plazo que cumplir: La procrastinación aquí tiene un lí-mite temporal. El Monstruo del Pánico entra en escena, encendiéndonos de inmediato para cumplir con nuestras tareas pendientes.
Cuando no tenemos plazo que cumplir: Emprender, hacer ejercicio…. carecen de plazos, permitiendo que los efectos de la procrastinación se extiendan indefinidamente. La frustación aparece así no porque no podamos conseguir nuestras aspiraciones, sino por no poder empezar a perseguirlos.
La presión de un plazo próximo es lo que despierta al «Monstruo del Pánico» y vence la resistencia del mono.. Así, la procrastinación se convierte en una herramienta paradójica: si bien puede hacer que demoremos pasar a la acción, también puede desencadenar un esfuerzo concentrado y efectivo cuando se necesita