Te están exigiendo que colabores más con tus colegas.
Más colaboración tiene beneficios, pero te deja menos tiempo para tu trabajo individual
Tanta colaboración hace que te sientas abrumado por la cantidad de trabajo en equipo.
Estás hasta el cuello con tus proyectos, y de repente, a tu jefe se le ocurre que te hagas cargo de otro.
Vale. Es una gran oportunidad. No puedes decir que no. Y terminas haciendo malabares con todo a la vez.
O tu compañero. Que siempre ha sido el ‘Señor Lobo’ de tu empresa, o sea, el solucionador de problemas. Su lista de tareas de volvió inmanejable
Nos gusta asumir demasiado…
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